San Bartolomé, uno de los doce apóstoles, fue el patrón de Buenavista del Norte desde 1561 hasta 1659, cuando se convierte en copatrón junto a la Virgen de Los Remedios, que adquiere el patronato tras combatir la desoladora plaga de cigarras que arrasó con el pueblo.
Su festividad era la más importante para el pueblo hasta el S. XIX y todavía hoy, aunque ha perdido relevancia entre la población se sigue celebrando su día.
Cada 23 de agosto el mal acecha, se suelta la Diablita quitando la cadena que este santo sujeta en su mano izquierda para contener al mal mientras suenan los repiques de las campanas. Antiguamente, durante 24 horas los habitantes de Buenavista abandonaban sus labores, incluso en el campo, por miedo a ser atacados por el mal. Y, según recoge Ulpiano Pérez Barrios en su libro Buenavista, estudio histórico artístico, fue tal el temor infundado que algunos «llegaron a afirmar que por transgredir tal costumbre el demonio se les había aparecido encarnado en feroces animales arrastrando ruidosas cadenas de largos eslabones».
Los vecinos de este municipio norteño cuentan que durante el día en el que la Diablita andaba suelta vagando por las calles no iban a la playa, al monte, tenían especial cuidado al coger un cuchillo. En cualquier momento podía hacer acto de presencia el demonio y había que estar alerta.
Además, jóvenes de Buenavista explican cómo sus padres y abuelos los amenazaban cuando eran niños para que se portaran bien y no los dejaban hacer todo lo que ellos quisieran como por ejemplo «no te asomes al balcón que te tira la Diablita» o «hoy no se va a la playa que la Diablita te puede ahogar».
El 24 de agosto, día de San Bartolomé, es la Virgen María la que amarra al demonio de nuevo para que deje
de hacer daño a los habitantes del pueblo, acabando con el mal hasta el siguiente año.
Este año, además de aquellos que se desplazaron a la iglesia matriz del municipio, fueron testigos de la suelta de la Diablita 20 sacerdotes pertenecientes al movimiento de comunión y liberación, que al finalizar el acto cantaron el Salve ‘Reina de la paz’ a la Virgen de los Remedios.
La imagen de San Bartolomé
La antigua imagen de San Bartolomé pertenecía a la Parroquia de San Pedro de Daute y, el 23 de agosto de 1562 fue trasladada a la Iglesia de Buenavista en procesión por voluntad del pueblo de elegir al apóstol como patrón. Sin embargo, en la actualidad esa imagen ya no se conserva, se perdió entre tantas otras en el incendio de la iglesia en junio de 1996.